Nunca había ido a un fisio. Tenía la espalda destrozada y Alberto consiguió aliviar el dolor y ayudarme a corregir postura. También me ayudo con la cicatriz de la cesárea. Luego necesité un fisio para tratar la plagiocefalia y tortícolis congénita de mi bebé de dos meses y me derivó a su compañera Yaiza. Con gran paciencia y mucha dulzura consiguió tratar a mi bebé. Dos grandes profesionales.
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